miércoles, 21 de marzo de 2012

AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD

TALLER N°3

AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD

BIOGRAFIA DE IMANUEL KANT
Immanuel Kant nació en 1724 y murió en 1804, filósofo alemán, considerado por muchos como el pensador más influyente de la era moderna.
Nacido en Königsberg (ahora, Kaliningrado, Rusia) el 22 de abril de 1724, Kant se educó en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En la escuela estudió sobre todo a los clásicos y en la universidad, física y matemáticas. Tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar sus estudios universitarios y ganarse la vida como tutor privado. En 1755, ayudado por un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo el doctorado. Después, enseñó en la universidad durante 15 años, y dio conferencias primero de ciencia y matemáticas, para llegar de forma paulatina a disertar sobre casi todas las ramas de la filosofía.
Aunque las conferencias y escritos de Kant durante este periodo le dieron reputación como filósofo original, no se le concedió una cátedra en la universidad hasta 1770, cuando se le designó profesor de lógica y metafísica. Durante los 27 años siguientes continuó dedicado a su labor profesoral y atrayendo a un gran número de estudiantes a Königsberg. Las enseñanzas religiosas nada ortodoxas de Kant, que se basaban más en el racionalismo que en la revelación divina, le crearon problemas con el Gobierno de Prusia y en 1792 Federico Guillermo II, rey de esa nación, le prohibió impartir clases o escribir sobre asuntos religiosos. Kant obedeció esta orden durante cinco años, hasta la muerte del rey, y entonces se sintió liberado de su obligación. En 1798, ya retirado de la docencia universitaria, publicó un epítome donde se contenía una expresión de sus ideas de materia religiosa. Murió el 12 de febrero de 1804.
Filosofía de Kant
La piedra angular de la filosofía de Kant, a veces llamada filosofía crítica, está recogida en su Crítica de la razón pura (1781), en la que examinó las bases del conocimiento humano y creó una epistemología individual. Al igual que los primeros filósofos, Kant diferenciaba los modos de pensar en proposiciones analíticas y sintéticas. Una proposición analítica es aquella en la que el predicado está contenido en el sujeto, como en la afirmación 'las casas negras son casas'. La verdad de este tipo de proposiciones es evidente, porque afirmar lo contrario supondría plantear una proposición contradictoria. Tales proposiciones son llamadas analíticas porque la verdad se descubre por el análisis del concepto en sí mismo. Las proposiciones sintéticas, en cambio, son aquellas a las que no se puede llegar por análisis puro, como en la expresión 'la casa es negra'. Todas las proposiciones comunes que resultan de la experiencia del mundo son sintéticas.
Las proposiciones, según Kant, pueden ser divididas también en otros dos tipos: empírica, o a posteriori, y a priori. Las proposiciones empíricas dependen tan sólo de la percepción, pero las proposiciones a priori tienen una validez esencial y no se basan en tal percepción. La diferencia entre estos dos tipos de proposiciones puede ser ilustrada por la empírica 'la casa es negra' y la a priori 'dos más dos son cuatro'. La tesis de Kant en la Crítica consiste en que resulta posible formular juicios sintéticos a priori. Esta posición filosófica es conocida como transcendentalismo. Al explicar cómo es posible este tipo de juicios, Kant consideraba los objetos del mundo material como incognoscibles en esencia; desde el punto de vista de la razón, sirven tan sólo como materia pura a partir de la cual se nutren las sensaciones. Los objetos, en sí mismos, no tienen existencia, y el espacio y el tiempo pertenecen a la realidad sólo como parte de la mente, como intuiciones con las que las percepciones son medidas y valoradas.
Además de estas intuiciones, Kant afirmó que un número de conceptos a priori, llamados categorías, también existen. Dividió las categorías en cuatro grupos: los relativos a la cantidad, que son unidad, pluralidad y totalidad; los relacionados con la cualidad, que son realidad, negación y limitación; los que conciernen a la relación, que son sustancia-y-accidente, causa-y-efecto y reciprocidad; y los que tienen que ver con la modalidad, que son posibilidad, existencia y necesidad. Las intuiciones y las categorías se pueden emplear para hacer juicios sobre experiencias y percepciones, pero, según Kant, no pueden emplearse para que se apliquen sobre ideas abstractas o conceptos cruciales como libertad y existencia sin que lleven a inconsecuencias en la forma de binomios de proposiciones contradictorias, o antinomias, en las que ambos elementos de cada par pueden ser probados como verdad.
En la Metafísica de la ética (1797) Kant describe su sistema ético, basado en la idea de que la razón es la autoridad última de la moral. Afirmaba en sus páginas que los actos de cualquier clase han de ser emprendidos desde un sentido del deber que dictase la razón, y que ningún acto realizado por conveniencia o sólo por obediencia a la ley o costumbre puede considerarse como moral. Kant describió dos tipos de órdenes dadas por la razón: el imperativo hipotético que dispone un curso dado de acción para lograr un fin específico; y el imperativo categórico que dicta una trayectoria de actuación que debe ser seguida por su exactitud y necesidad. El imperativo categórico es la base de la moral y fue resumido por Kant en estas palabras claves: "Actúa de forma que la máxima de tu conducta pueda ser siempre un principio de Ley natural y universal".
Las ideas éticas de Kant son el resultado lógico de su creencia en la libertad fundamental del individuo, como manifestó en su Crítica de la razón práctica (1788). No consideraba esta libertad como la libertad no sometida a las leyes, como en la anarquía, sino más bien como la libertad del gobierno de sí mismo, la libertad para obedecer en conciencia las leyes del universo como se revelan por la razón. Creía que el bienestar de cada individuo sería considerado, en sentido estricto, como un fin en sí mismo y que el mundo progresaba hacia una sociedad ideal donde la razón "obligaría a todo legislador a crear sus leyes de tal manera que pudieran haber nacido de la voluntad única de un pueblo entero, y a considerar todo sujeto, en la medida en que desea ser un ciudadano, partiendo del principio de si ha estado de acuerdo con esta voluntad". En su tratado La paz perpetua (1795) Kant aboga por el establecimiento de una federación mundial de Estados republicanos.
Kant ha tenido mayor influencia que ningún otro filósofo de la era moderna. La filosofía kantiana, y en especial como la desarrolló el filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel, estableció los cimientos sobre los que se edificó la estructura básica del pensamiento de Karl Marx. El método dialéctico, utilizado tanto por Hegel como por Karl Marx, fue un desarrollo del método de razonamiento articulado por antinomias que Kant aplicó. El filósofo alemán Johann Fichte, alumno de Kant, rechazó la división del mundo de su maestro en partes objetivas y subjetivas y elaboró una filosofía idealista que también influyó de una forma notable en los socialistas del siglo XIX. Uno de los sucesores de Kant en la Universidad de Königsberg, Johann Friedrich Herbart, incorporó algunas de las ideas kantianas a sus sistemas de pedagogía.
Además de sus trabajos sobre filosofía, Kant escribió numerosos tratados sobre diversas materias científicas, sobre todo del área de la geografía física. Su obra más importante en este campo fue Historia universal de la naturaleza y teoría del cielo (1755), en la que anticipaba la hipótesis de la formación del universo a partir de una nebulosa originaria, hipótesis que fue más tarde desarrollada por Pierre de Laplace.
Entre otros escritos de Kant figuran Prolegómenos a toda metafísica futura (1783), Principios metafísicos de la filosofía natural (1786), Crítica del juicio (1790) y La religión dentro de los límites de la razón pura (1793).

CUADRO COMPARATIVO 



            




















AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD
AUTORES
CONCEPTUALIZACION
CLASES DEFINIDAS
FUNDAMENTOS

IMMANUEL KANT

Kant propone su ética formal que es la única que puede formular una ley moral a la que Kant denomina “imperativo categórico”.
El imperativo categórico o ley moral de la razón permite deducir la libertad del sujeto.

El imperativo categórico, base del deber, muestra que el sujeto posee autonomía: en efecto,   si el sujeto, mediante su razón de da así mismo una ley de comportamiento, esto significa que es libre, ya que solo un sujeto dotado de voluntad libre puede darse así mismo una ley que regule sus actos.

En Kant la libertad tiene un sentido trascendental, en consecuencia, la existencia de la ley moral, exige la libertad del sujeto.




Llamamos autónomo a un sujetos cuando se da a si mismo sus propias leyes y es capaz de cumplirlas. La autonomía de la voluntad describe la circunstancia de que cuando un sujeto se comporta moralmente el mismo se da las leyes a las que se somete, pues dichas leyes tienen su origen en la naturaleza de su propia razón.

         Esta tesis kantiana es una consecuencia de los ideales de la Ilustración(que tiene en Kant a uno de sus representantes más importantes): la emancipación de la humanidad, tanto social como individualmente, el paso a su mayoría de edad, es una consecuencia de la realización de la Razónen la vida privada y pública.

Capacidad que tiene el sujeto para darse leyes a sí mismo, y ello sin ningún interés, ni propio ni ajeno (lo que haría que sus imperativos fueran condicionados y no mandatos propiamente morales).

Kant conoce:

 Voluntad santa:
es aquella que  sólo puede ser determinada por la razón, nunca por la inclinación, como ocurre en Dios. Para esta voluntad la ley moral no tiene la forma de imperativos puesto que inevitablemente, dada su constitución, cumplirá la ley.

 La voluntad humana: 
puede ser determinada, además de por la razón, por la inclinación. Dado que  la inclinación puede movernos a realizar una acción contraria al deber, en nuestro caso la ley moral tiene la forma de imperativo (“debes hacer X”).

Hay dos tipos de fundamentos de determinación de la voluntad:


     1. La razón, que puede influir de dos modos sobre la voluntad:

a)   de forma inmediata: indicándonos cuál es nuestro deber; enseñándonos fines finales. Kant creyó que la razón puede dar al sujeto normas de conducta, mostrarle la acción correcta y la incorrecta, enseñarle la conducta buena en sí misma y mala en sí misma. La conciencia moral o conocimiento inmediato del deber es precisamente expresión de la razón determinando la voluntad.

b)   de forma mediata: mostrándonos los medios adecuados para la realización de un fin querido por nosotros, como cuando utilizamos nuestra razón para establecer el modo más adecuado de realizar un deseo. 
2.     La inclinación:los deseos y apetitos empíricos (por ejemplo, los relacionados con el cuerpo) pueden influir en nuestra voluntad y determinarla para la realización de lo conveniente para su cumplimiento.

Cuando el fundamento de determinación es la inclinación, la conducta que se sigue es heterónoma y el imperativo hipotético.

PAULO FREIRE
En Pedagogía de la autonomía, Freire nos convoca a pensar acerca de lo que los maestros deben saber, y de lo que deben hacer, en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje, sobre todo cuando el énfasis está puesto en educar para lograr la igualdad, la transformación y la inclusión de todos los individuos en la sociedad

En Pedagogía de la autonomía, Freire nos convoca a pensar acerca de lo que los maestros deben saber, y de lo que deben hacer, en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje, sobre todo cuando el énfasis está puesto en educar para lograr la igualdad, la transformación y la inclusión de todos los individuos en la sociedad. 
Autonomía significa la superación de los estados de dependencia, la construcción de espacios propios en dónde se recobra la identidad histórico-cultural y se llenan con estados de derechos, que implican también compromisos y responsabilidades indeclinables en la toma de decisiones, así la autonomía va llenando el vacío que deja la dependencia cuando es re-conocida y significada como tal, cuando se la enfrenta, se la desafía socialmente y se le va quitando terreno sobre la base de valores liberadores, de intereses compartidos que priorizan la lucha de la satisfacción de sus necesidades reales y colectivas.



La autonomía según Freire se fundamenta en la responsabilidad que va siendo asumida.
La buena voluntad es la que permite al ser humano hacer el deber para ayudar a los demás.



Desde una concepción progresista, se rechaza abiertamente el ca-rácter inexorable, determinístico de la ideología hegemónica. En cambio se reafirman los principios de las auténticas democracias sustentadas en una conceptualización filosófico-socio-antropológica que reconoce a los hombres como seres históricos e inacabados, forjadores de su propio destino, hacedores de su praxis, por ende, protagonistas de las luchas permanentes para su humanización, que sólo   puede ser entendida en términos de una sociedad más libre con relaciones más igualitarias. 


En estos principios se fundamenta la Pedagogía de la autonomía de Paulo Freire. 




ARISTOTELES

La voluntad no se compone simplemente del deseo inmediato sino que aparece vinculada a la reflexión y a la deliberación siempre que hagamos algo voluntariamente (conforme a nuestra voluntad) estaremos obrando con arreglo a nuestro querer. El querer no es, entonces, un simple apetito nutrido de un deseo irracional sino que a través de la reflexión y la deliberación nos permitirá escuchar distintas razones que orienten nuestra voluntad en una u otra dirección. Por todo ello, el objeto de la ética no será sino nuestra propia voluntad.

Entendida la voluntad como privación del carácter posesivo que corresponde a la actividad intelectual, comporta imperfección. Por eso, Dios es pura intelección. Paralelamente, la felicidad plena reside en la teoría. La autonomía tal como Aristóteles la muestra en lo  lejano que se encuentra el arte de  lo útil y lo cercano, en cambio que se encuentra   del placer en si mismo “en general la poesía” la capacidad de imitar connatural a los hombres desde la infancia, en lo cual se diferencian de los   animales ( porque el hombre es el  mas propenso a la imitación y realiza sus primeros aprendizajes a través de imitaciones y la capacidad de gozar todos con las imitaciones . Prueba de ello es lo que sucede con las obras, las imágenes que de cosas que en si mismas son desagradables de ver como las fieras horrendas y de cadáveres, pero nos causan placer cuando las vemos representadas con mucha exactitud.

Además de la autonomía voluntad como deseo racional, Aristóteles incluye también la Deliberación y la Elección.
• Deliberación: es considerar detenidamente el pro y el contra de cada decisión, es decir que la persona tiene que estudiar o analizar las consecuencias positivas o negativas que puede traer la realización de una decisión.
• Elección: es la acción de elegir cualquiera de las deliberaciones hechas anteriormente por la persona, esto por medio de la inteligencia y la voluntad.

La voluntad no se mueve sin conocimiento o noticia del bien. La noticia del bien es proporcionada por la inteligencia. 
Se fundamenta en el deseo de que conocer es distinto de desear comer una manzana, lo que comporta admitir la petición sensible. Por otra parte, el deseo de conocer no se puede poner en marcha sin un conocimiento precedente; por tanto, es deseo de saber más, y la satisfacción del deseo del alma se encomienda al despliegue de la inteligencia. Hay un adagio que dice que no se quiere nada si no se conoce   antes .La voluntad no se mueve sin conocimiento o noticia del bien. La noticia del bien es proporcionada por la inteligencia.
Este es el planteamiento aristotélico.

KARL POPPER
Karl Popper ha estimado que el mejor   signo de buena voluntad
Cuando se desea decir algo consiste en hacerlo sencilla y claramente.
"Lo peor que pueden hacer los intelectuales -el pecado
cardinal- es intentar establecerse como grandes profetas con respecto
a sus congéneres e impresionarles con filosofías desconcertantes.
Cualquiera que no sepa hablar en forma sencilla y con claridad
no debería decir nada y seguir trabajando hasta que pueda hacerlo".
Según Popper el hombre es un producto de la interacción del mundo.

la concepción popperiana se apoyan,
en la falibilidad del hombre y en la aceptada conjetura de
un universo ontológicamente pluralista, donde diversos mundos
(mundo 1 o físico, mundo 2 o psicológico, mundo 3 o de la
producción lógico-tecnológica) interactúan entre sí, posibilitando creativa y
Evolutivamente la emergencia de lo nuevo.
El universo no se halla totalmente cerrado y determinado: con la
emergencia de la creatividad humana, el determinismo no es una explicación
Suficiente.

El conocimiento:  el conocimiento científico se diferencia no solo del
conocimiento vulgar, sino que, en sí mismo, es concebido
por diferentes filósofos y científicos de modos diversos, con
diversas exigencias y con diferentes aspectos. Esto a ha
dado motivo al surgimiento de un   nuevo objeto de estudio.

La libertad:  es fundamental a la investigación científica para crear
imaginativamente nuevas conjeturas y modos de refutación. Por ello el ejercicio
del método científico es altamente humanístico ya que la
libertad hace al corazón de lo humano, aunque se trate de una
libertad que se ejerce en medio de posibilidades y dificultades (psicológicas,
sociales, económicas, políticas, etc.).
Los historicistas, sin embargo, creen que la historia humana y social
se rige por ritmos y leyes que permiten predecir el futuro social y político.

 Los supuestos más generales de la concepción popperiana se apoyan,
en la falibilidad del hombre y   en la aceptada conjetura de
un universo ontológicamente pluralista, donde diversos mundos
(mundo 1 o físico, mundo 2 o   psicológico, mundo 3 o de la
producción lógico-tecnológica) interactúan entre sí, posibilitando creativa y
Evolutivamente la emergencia de lo nuevo.
El universo no se halla totalmente cerrado y determinado: con la
emergencia de la creatividad humana, el determinismo no es una explicación
Suficiente.
Popper, siguiendo la tradición liberal de línea kantiana y milliana, rechaza enérgicamente el paternalismo. El llamado Estado de bienestar, encarna a su parecer uno de los más decididos ataques al más importante de los derechos humanos: el derecho a la libre autodeterminación, es decir,   derecho a hacernos felices o infelices a nuestra manera (que incluye el derecho a autodestruirme si así lo deseo, mientras tal acto no perjudique a otros).





















miércoles, 7 de marzo de 2012

ACCIÓN COMUNICATIVA


TALLER N°2 


ACCIÓN COMUNICATIVA



Jürgen Habermas
                                          
(Düsseldorf, Alemania, 1929) Sociólogo y filósofo alemán. Principal representante de la "segunda generación" de la Escuela de Frankfurt, entre 1955 y 1959 trabajó en el Instituto de Investigación Social de la ciudad. Enseñó filosofía en Heidelberg y sociología en Frankfurt, y dirigió el Instituto Max Planck de Starnberg entre 1971 y 1980. En 1983 obtuvo la cátedra de Filosofía y Sociología en la Universidad de Frankfurt.


Su obra filosófica trata de recuperar un punto de contacto entre teoría y praxis, frente a la pretendida neutralidad de los saberes positivos y científicos. Según Habermas, no es posible una objetividad ajena a valores e intereses, razón por la cual aquellos saberes resultan reductores, en la medida en que se basan en una razón meramente instrumental. Resultado de ello, siguiendo su crítica, es la creciente burocratización de la sociedad a todos los niveles y la despolitización de los ciudadanos.

A través del proyecto de una racionalidad discursiva, que contrapone a la tecnológica, Habermas indica, en una teoría de la acción comunicativa, el método para escapar a la continua desvalorización de lo vivido. Las acciones comunicativas, al contrario de las de tipo instrumental o estratégico, no se basan en la estructura de la actividad dedicada a un objetivo. En ellas los proyectos de acción de los participantes se coordinan con actos de comprensión, que se basan en el supuesto de un entendimiento posible y en una coincidencia de sus proyectos vitales. Esta "razón comunicativa", fundamentada en el carácter intersubjetivo y consensual de todo saber, devolvería a la sociedad el control crítico y la orientación consciente de fines y valores respecto de sus propios procesos.




Entre sus principales escritos destacan Historia y crítica de la opinión pública (1962), Teoría y práctica(1963), La lógica de las ciencias sociales (1967),Conocimiento e interés (1968), Ciencia y técnica como ideología (1968), Cultura y crítica (1973), La crisis de la racionalidad en el capitalismo evolucionado (1973), La reconstrucción del materialismo histórico (1976), Teoría de la acción comunicativa (1981), Conciencia moral y acción comunicativa (1983) y El discurso filosófico de la modernidad (1985). En 2003 le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales y en 2005 el Premio Holberg.





MARTÍN HEIDEGGER                                                                  


(Messkirch, Alemania, 1889-Todtnauhaberg, actual Alemania, 1976) Filósofo alemán. Discípulo de Husserl, su indiscutible preminencia dentro de la filosofía continental se ha visto marcada siempre por la polémica, sobre todo la de su adhesión al régimen nacionalsocialista, manifestada en el discurso que pronunció en la toma de posesión de la cátedra en la Universidad de Friburgo (1933). La renuncia a la cátedra, muy poco después de ocuparla, no evitó que en 1945 fuera destituido como docente en Friburgo, tras la ocupación de Alemania por los aliados.

Heidegger empieza sus Aportes a la filosofía señalando la prospectiva de su pensar, es decir, la dirección hacia dónde ve su proyecto del otro pensar, nombrado así significativamente por ser el tránsito de la metafísica al pensar según la historia del ser. Recupera la pregunta por la verdad del ser, cuidando la distancia con el ser para que éste no sea tomado como fundamento del ente, sino como fundación: evento; que nos refiere al título esencial de la obra Acerca del evento.

TODOS LOS LIBROS Y OBRAS DE MARTÍN HEIDEGGER